Poeta, ya sé que tu risa es la mía
y la voz que se adelgaza
para decir tus miedos
y el susurro imperceptible
o el llanto que afirma esa pena
¡que no se va!
o el verso que no llega
porque a veces padecemos
de sequía
y nada fluye para aliviarnos la sed.
Nos volvemos secos
cactus espinosos
que solo muestran la espina
que se asoma
por sobre las heridas
orgullosamente erguidas
listas para pinchar
a quien se acerque.
Ya sé, que padecemos
el mismo mal
sin escribir nos morimos
y vamos desentrañando
a golpe de pluma
las hojas blancas o cuadriculadas
donde con la fuerza de un buril
hacemos un boceto
luego rasguñamos con devoción
hasta encontrar las imágenes
que nos dicen todo...
o que nos lanzan verdades dolorosas
como piedrazos en el rostro.
Contaminamos el silencio
de la hoja en blanco
para gritar
con palabras inútiles
que no alcanzan,
colección de frases
sedimentos de aventura
frágiles mariposas
que no saben volar.
Ya sé que padecemos
esa hambre y ese llanto
que encuentra su destino
en el alivio de escribir,
no importa cómo
no importa cuando
ni el porqué...
Ya sé
que tu risa y la mía
solo ecos del ayer.
Malu de Lujan
No hay comentarios.:
Publicar un comentario