miércoles, 26 de diciembre de 2007

ESA ESPERA

Te esperé suspendida
sintiendo los ocasos
y como la marejada subía
desde su otoñal frialdad.
Te esperé en invierno
creyendo que la nieve
que mi corazón guarda
habría de encontrar el sol
para deshacerse en tu piel.
Te esperé en verano
mientras imploraba
esa agua que no es llanto que me inunda
ni es risa, ni es viento
pero que haría resucitar
las rosas de mi huerto.
Te esperé bajo el peso del silencio
arrebujada en mil cadenas
atesorando en el dolor
la alegría de ese encuentro
mientras deslíe la vida los momentos
que fueron dueños
del amor no realizado.
Te esperé casi al borde del abismo
y tuve celos oscuros
de tu beso lejano y tu caricia fugaz
pero nadie sabe
lo que guardan los anhelos
cuando sé...¡que nunca vedrás!
Malu de Lujan