De tanto andar entre versos largosecos o prosa ajena inalcanzable
olvidé los mios
olvidé hallarlos incrustados
en mi pecho tibio,
de tanto leer desengaños
desamor, desverguenza, odio,
tambien olvidé los títulos
agazapados, silenciosos, en cada rincón.
De tanto verte a lo lejos
determinado a no verme, entre espinas
me olvidé de mi
de mi collar de olivos.
Creí que me llamabas...
en algún tiempo
en la noche que me acerca su lento latido
Creí que venías... en un verso alado
a hacer una frase,
a completar una estrofa,
a dejar una linea o nota.
Pero confundí los sonidos
y las rosas no serán las mismas
con otro perfume, otro color,
después de cerrar las ventanas
de no recibir a nadie
y cosechar los naranjales.
Malu de Lujan
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