Hombre de piel envejecidadentellada de sol feroz acumulada
cabello irsuto enmarañado
abominable presencia.
Te sale la hiel por la mirada
y ofusca tu ánimo y tu alma.
El silencio es candado
en su impúdica presencia
en tu boca donde no hay pan ni sosiego
ni dientes, ni palabras.
Fuiste príncipe enamorado
de propuesta engalanada
jovial y aventurero
complaciente, sin fronteras
enamorado fugaz de noche ardiente
ingenioso, audaz, sutil barquero
capitán y fogonero
cupido y bufón
pluma y papel
donde la vida escribió su itinerario.
Mientras en tus manos
se amotinaban los placeres
sostenías la vida en tus andares
corpóreo deseo, lodazal y anhelo.
Esa vida que te cierra puertas
y te hace abrir en un sollozo
todos los pantanos
te deja en una pausa el corazón
te envuelve desolado
labriego de tristezas
señor de la miseria
cruel esclavo y ángel caído
de árbol deshojado.
Sació tu cuerpo entre jazmines
la savia sutil de mil licores
y tu boca, dibujo y arco
nostalgia y ocaso
besó cuerpos y mordió la soberbia
entretejida de una alianza
que no tiene pago.
Fiera promesa
arrogancia de deseos fragmentarios
cuando nos creemos ¡a salvo!
Estás a tiempo...
antes que el oro
cautela y galardón
devuelva la gloria a su letargo
y aplace ese golpe
que desafía y vence
cuando menos imaginamos.
Rechaza la antorcha que quema la vida
licencioso desdén
de abominables mares calmos
pues sin retorno nos mueve al vacío
y atiza el fuego depredador del ánimo.
Huye del vicio vástago de males
y antiguos residuos que no contemplamos
y sonríe! antes que el destino
guarde su eco...
y rumore al compás
su áspero rechazo.
Malu de Lujan
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