Hijo...dí...¡gracias!por cada segundo que respiras
por sentir el fulgor del sol que te ilumina
por el viento y la brisa
porque Dios nos mira y sostiene
en su mano poderosa
nuestro cofre de la vida.
Dí... ¡gracias!
porque estás aquí lleno de amor
y sentidos que abrasan
y se vuelcan para darnos tántas maravillas.
Podemos escuchar
el trinar de un pájaro
el oleaje del mar
los pasos de la noche
el rezo, la campanada a medianoche,
el silbato de los barcos a lo lejos
o el graznido que cruza la noche
una canción, el susurro, el llanto o la risa,
la música o el silencio.
Podemos ver un paisaje, un niño, una flor,
u anciano, la lluvia, el galope, el vuelo,
un arcoiris, la montaña,
el amanecer o la noche.
Podemos oler una rosa, el aguacero,
una fogata, un postre.
Podemos degustar lo dulce, lo amargo,
lo salado o ácido.
Podemos sentir una caricia o darla,
sentir texturas,
lo tibio, lo frío o caliente.
Hijo....dí...¡gracias!
porque tienes corazón que siente y ama
inteligencia y sensibilidad
voz y palabras para agradecer
y lo mas importante....una sonrisa
¡que llena el mundo!
y si un día corri riesgo de vida
para darte la tuya...
podría darla de nuevo ¡para que tú vivas!
Malu de Lujan
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