...y fue en la herida
que marcó mi pecho
donde se anidaron
esos pájaros ciegos,
esos que un día volaron
con los ojos abiertos.
Perímetro oval
de mi corazón insatisfecho,
nido lindante a sentimientos
se contrae en el adverso
del sufragio que concluye
poniendo en marcha
mi desvelo.
He de proseguir
con el brío que demanda
mi destino ciego
conforme a su mandato
en la espera adyacente
que extiende su consuelo
de mejores momentos,
y prudente, ungida de silencio
con la decepción como halo
distendida en el espasmo
que encripta mis sueños.
He de seguir caminando
anidada
a mis pájaros ciegos.
Malu de Lujan
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