martes, 30 de noviembre de 2010

Todo se Transforma



Crecen espectantes al sol y a la luna
los árboles residentes en la tierra,
se ramifican en candelabro
florecen y se van enraizando
sin promesas.
Crecen sus ramas flexuosas o rectas
sinuosas o nudosas
estriadas o tortuosas.
Sus hojas nos regalan
en el haz o el enves
su sombra perfecta.
Algunos dan hermoso fruto o flor
irguiendose por muchos años
otros, caen a golpe de motosierra.
Crece en la serenidad de los días
azulados por su flor
el jacarandá.
Su madera ocre y rosa, fragante,
cercana al mar
cumple una doble misión:
-igual que el roble, arce, abeto o ébano-
decoración del paisaje
y creación del artista.
Van las gubias acariciando la madera
para descubrir un violín,
ese trozo transformado
por la presición de sus manos
emanará desde el silencio
magistrales sonidos,
solo bastan unas tensas cuerdas
y un arco...
para derramar bellas melodías
y ser el alma de la orquesta.
¿Será que el árbol guarda
en su memoria de anillos
los sonidos del mundo y de la vida?

Malu de Lujan


...inspirado en el hermoso trabajo del luthier...


1 comentario:

Anónimo dijo...

BELLISIMO, CUANTA SENSIBILIDAD EN TODO LO QUE ESCRIBES QUERIDA AMIGA MALU DE LUJAN. SOLO PUEDE ESCIRBIR VERSOS TAN MARAVILLOSOS QUIEN TIENE UNA ALMA PURA Y GRANDE

MARAVILLOSA MUSICA LA DE TU BLOG, UNA DELICIA

TE ADMIRO Y TE QUIERO MUCHO

CAMPANITA