En el umbral del tiempo
reclinada mi cabeza en tu hombro
superficie sin aristas
sintiendo la fuerza que emana de tu albedrío
concilia en la trama absurda
que ocupa mis horas una sensible quietud
y un apoyo tenue.
Arrasa el olvido de pesares que allanan
y cae ese ímpetu que aligera prensado a tu cuerpo.
Me transmiten tus manos
en arrobal sincero
esa ternura que arrastra un fatigoso deseo
y me siento al amparo
apretada a tu pecho.
No hay razones de aparente argumento
lo que adueña desflagrando un momento.
Me permite la vida inveterada, adusta,
posponer anhelados sueños
y en el soporte blando, cálido y sereno,
sin plañidero gesto me dejo ir a un nuevo cielo.
Reclinada en tu hombro cerca del corazón
que late acompasado
siento el poderío que acerca sentimientos
ahí en ese momento mágico.
Caen obstinadas realidades
reposan los días plenos
se absorben las tristezas y fraguan los recuerdos
se anticipan primaveras
en el portal de tu pecho.
Pero la realidad abre su ojo fiero
y cae la fantasía que adornó mi universo
...no estás...ni estarás...
conteniendo ese deseo
eras de otra...y yo, sin saberlo!
Malu de Lujan
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