Retrocede la tristeza yacente
que de un tiempo inmemorial
ha usufructuado mi paz.
Pétalo y fruto advierten
nueva atmósfera.
Las aves buscan lumbre y tremolar
en nuevo cielo.
Se calma mi desaliento
y va orlando una elegía el reposo.
Cambia el horizonte
que acuña mi mirada terrestre
y veo florecer mis rosales.
Retrocede el frío invierno
barcarola inhóspita
con su gélido oleaje
y copos nevados.
Cruza los hemisferios
abriendo nuevos surcos
¡la primavera!
haciendo resonar su estallido
de rocíos y espigas
vistiendo de fresca brisa
y estirpe astral.
Cruzando sombras y abriendo
estrellas que destellan su luz,
haciendo caer la oscuridad
y los gerundios,
desperdigando aromas y color
con su inconfundible brillantez.
La Primavera tiene ése poder
y deja orbitando
tornasolado arco iris
en el sembradío.
El árbol pletórico de pétalos
da su plegaria en cascada
volcando su aroma en el huerto.
Atesoro en la fugacidad
un serenísimo arpegio.
Malu de Lujan
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