domingo, 10 de junio de 2012

En Cada Retorno de Vida



 No abandonemos el sueño de amarnos
hasta la saciedad
porque venimos desde otras vidas
sorteando las aguas de muchos mares
y abismos
secuencia celestial que nos imprime
un sello
y aunque cambiamos la apariencia
nuestro corazón nos reconoce.
Te amé en las doradas arenas del desierto
en valles y llanuras
en páramos y terrenos baldíos
en despoblado o yermo.
Te amé en esclavitud y dominio
y fui dando giros y tumbos y vuelcos
pero en cada retorno sensible
te dejé en tu almohada una caricia.
Estamos unidos en la zozobra de los tiempos
en el vínculo de eternidad que nos respalda
con rayos de luz hospedados en el alma.
Te amé albañil, militar, labriego,
campesino, poeta y mendigo
sacerdote y sabio
hechicero y rey
y en cada vida nueva historia
se nos imprimió en la piel.
Te amé en la alborada
despegando el inquieto amanecer
en las montañas
en el tumulto de la mañana
en ciudad que vocifera la apatía de su casta.
En el atardecer donde el sol se esconde
en un lago y deja impreso en el cenit
su dorada mirada.
En el ocaso, que recibe a pausa claridad
que desfallece,
en la noche, guarida de la euforia
y escandalosa algarabía.
Te amé de todas las formas
ensortijada en el soplo estimulante
de tu henil
en el ayuno desdeñoso
en el almirez de tu extremo
en el escarpado de tu abrazo
y el ensanche de tu cuerpo
y la holgura nómade del tiempo.
En esta candidez que nos sorprende
está la huella de serafines
que acompañan un nuevo transitar
que ya hemos hecho...

Malu de Lujan


1 comentario:

Rafael dijo...

"...En cada retorno de la vida te amé, y quizás te amo todavía..."
Un abrazo y feliz semana.