jueves, 25 de abril de 2013

D I S T A N T E



                                                                           
 
 
 
...no quiero ser hiedra que sube
por la vetustez del muro
de tu indiferencia
que levanta su brazo
en señal de suplica
y se enreda en torno a tu vivir
ausente y lejano
en el verde horizonte tornasolado.
...no quiero que mi otoño
deje caer las hojas macilentas
de la espera angustiosa
mientras entretienes tus pasos
en otras latitudes.
Ya espere demasiado al sol
que caliente mis huesos frios
y ver aparecer las amapolas
que plantaste en mi jardin.
No fue suficiente el riego amable
que repartes
para que desencadene los capullos
de felicidad.
Eres un àrbol quieto
pero desarraigado
que no quizo hechar raices
en mi campo fertil
donde soleadas mañanas
nos harian descubrir
la magia cotidiana.
 
 
Malu de Lujan
 
 

1 comentario:

Rafael dijo...

Tus versos tienen encanto y llenan con su contenido.
Un abrazo en la noche poeta.