Esta ensoñacion
que no me abandona
ave lenta arrebujada
detras de su cabeza alicaìda
ayuna a los pies de su plumaje.
Vestidura de designios
se conjugan en los verbos
de astrales somnolencias
que me heredan su sombra.
Estoy inmersa en el diluvio
de siderales fugas de conciencia.
Me quedo en el limbo
al final de la estela
con los ojos clavados
en los anillos de la aurora, insomne,
desde mi tristeza.
En vuelo rasante mi ala rota sangra
y deja en la cabecera
la simiente escarlata
que nadie cobija enla penumbra.
Dejo de asistir al pasado
funeral de claveles secos
en el incesto de frases hirientes
que copulan con deseos proverbiales.
Abandono vinculos
que a mansalva dicen adios
para alzar su vuelo funesto
apocaliptico.
Desvanecida, veo en lontananza
desde mi derrumbe emocional
el tributo de ajena voluntad
en el rapto de mi oleaje.
Desde tu oceano luminoso
un sollozo acorde al fuego
-latido de costado-
sintoniza con la miseria
de mi abandono.
Asi nos quedamos...
en la gratitud sin palabras
de un sentir benevolente
para mirar y existir
en la solemnidad de su enseñanza.
Malu de Lujan
1 comentario:
Quedarse así, en esa ensoñación, quizás pasajera y tal vez fugaz, pero quedarse contemplando el vacío y la nada que muchas veces nos rodea.
Un abrazo.
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