Desde mi nombre la vida huye
llevándose los sueños incompletos
el hambre de noches y de auroras
cubiertos de alegría y regocijo
en el tiempo marchitos quedan.
Desde mi pecho sin razón
la estrella muere de luces
y fantásticos destellos
que pudieron dar brillo inusitado
a tanto placer descubierto.
No te culpo vida,
por darme nuevas penas
que había olvidado
pues es transito que conozco,
poco habría de guardar
de ese cobijo
del amor compartido
que es solo fantasía y primavera
un corazón herido que no sabe.
Desde mi hondura lastimada
te bendigo
hacedor de mis sueños incompletos
porque fueron dulces las horas
compartidas
aunque fugaces los momentos,
pude ver y sentir lo verdadero
llevándose los sueños incompletos
el hambre de noches y de auroras
cubiertos de alegría y regocijo
en el tiempo marchitos quedan.
Desde mi pecho sin razón
la estrella muere de luces
y fantásticos destellos
que pudieron dar brillo inusitado
a tanto placer descubierto.
No te culpo vida,
por darme nuevas penas
que había olvidado
pues es transito que conozco,
poco habría de guardar
de ese cobijo
del amor compartido
que es solo fantasía y primavera
un corazón herido que no sabe.
Desde mi hondura lastimada
te bendigo
hacedor de mis sueños incompletos
porque fueron dulces las horas
compartidas
aunque fugaces los momentos,
pude ver y sentir lo verdadero
Malu de Lujan
2 comentarios:
Amaneceres y ocasos pasan de una manera fugaz por el alma de tu protagonista.
Un abrazo y feliz día querida amiga.
No te culpo vida por darme nuevas penas. Me llega al alma.
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