viernes, 31 de mayo de 2013

El Regreso

 
 
Creyo que era su pasaporte a la libertad
pero estaba ciega.
No supo comprender las señales.
En silencio pronunciaba otro nombre
que en muchas lunas tambien le nombraba,
hasta que sin ver lo dificil que era
agotar primaveras
y quemar las velas del ansioso barco
tambien quemaba los sueños.
La distancia nos hace ver como el mar
se agita y como lo dulce se transforma
solo en nostalgia amarga.
Nos despedimos del amor y las gaviotas
cayendo al recuerdo pantanoso
de vuelo fugaz
de una historia que no vuelve
pero que recordar huele a almendras dulces
o granos fecundos
espigas o polvorientas veredas
cubiertas de pasos y hojas
por donde caminamos de la mano
en la primera juventud.
Duele, porque aun sigue ahi viviente,
el color, aroma, textura y sabor
de ese primer fuego crepitante
en nuestro equinoccio
que subia hasta teñir las mejllas
y se alargaba en dos gotas de sudores
o de lagrimas.
Nadie sabe cuando crece en el recuerdo
ese tembloroso momento
pan a nuestro corazon
que seduce y mitiga en el olvido,
porque se hace presente como ahora
en que se abre ese baul
donde guardo mi bandera de paz
y pido una tregua.
No se olvidarte
en la pedreria que imanta los caminos
hacia la senectud
porque se que mi patria es la tuya
y estas...
de regreso!
 
 
Malu de Lujan
 
 
 

1 comentario:

Rafael dijo...

Me identifico con estos versos que nos dejas querida amiga.
Un abrazo.