lunes, 5 de agosto de 2013

E C L I P S E




                                                  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Aún cuando las rosas que vienen a florecer
en mi huerto enciendan su color
y su fragancia traspase la ciénaga
y embriague mi corazón...no te olvidaré
Aún cuando emigren las aves
y su trino sea inmemorial
y batan sus alas dando resplandor
en el adiós de su vuelo...no te olvidaré
Aún cuando mi tristeza
pétalo exague, terrenal, juegue a ratos
en mi horizonte de oceanica serenidad...
no te olvidaré
Aún cuando la furtiva lágrima
sea oráculo de arcilla
que emana raigambre de aguacero
a la sombra que retrocede...
no te olvidaré
Estás predeterminado
a mirar desde tu eclipse a mi luna
mientras cincelo con su lumbre
lo letal de su derrumbre.
Estás colgado a la inclemencia de mi penitencia
y en su escarcha aún resuena
lo infinito de su efluvio.
Navegas en mi espuma de mar ensimismado
en el retardo de mi silencio
en la aguamarina que atisba
la zaga interrogante.
Devoras mi arcoiris sin preámbulos
y expulsas tu abandono
contra mi pesadumbre.
Estamos en el mismo exilio
renunciando al taciturno serpenteo
al rastrojo y la masacre
al humillante ordenamiento que avasalla
a la ruina, al desprecio y el odio
la hondonada y el fuego ancestral.
No hay júbilo mayor que estar unidos
como un eclipse
en la simiente donde arriban pàjaros y flores.


Malu de Lujan

1 comentario:

Rafael dijo...

Bonito recuerdo que de forma perenne va dejando en sus versos tu protagonista.
Un abrazo y feliz día.