domingo, 10 de noviembre de 2013

La Niña de tu recuerdo..






                                                                                            


Después del amor que liberta mis alas
nace el suspiro
dilatación dulce, corpórea.
Ya no más en esa hoguera
del fuego de tus ojos
por donde trasciende el deseo
focalizado en la corola de mi flor
que se recuesta en el cántaro de mi cuerpo.
En esta sombra que se recoge
como la gentileza tibia de tu mano
ya no mora el milagro de la estrella
que lanza su destello
sobre mi palidez.
Me atravieza tu recuerdo
y desemboca en ese abismo
de amarga profundidad.
He caído al purgatorio
sin conocer el cielo.
Fuiste el eje que movía mi mundo
y dormías bajo mi párpado.
Recogiste sin apuro mi desvelo
las ansias alargadas
para ser un solo universo
que abandona el relámpago
y la distancia
con tu beso de vendimia,
generoso, embriagador.
Dejé de ser motivo de atención
y devoción
el alba que se sonroja ante la luz
el éter de tu aspiración
el pájaro anidado
en el bosque de tu nombre.
Dejé de ser quien busca o espera
la canción distinta, entonada,
a dos voces, sin piedad, ni memoria.
El silencio atravieza mi ánimo
y dificulta mi expresión
porque dejé de ser...
la niña de tu recuerdo.

Malu de Lujan


1 comentario:

Rafael dijo...

Aunque no lo creas, aquella niña, siempre será la "niña de su recuerdo", porque es imposible olvidar aquella flor tan frágil y tan bella.
Un abrazo y feliz domingo poeta.