Fuí soñando saldría libertadel yugo sin gozo
que rasga la luz
y atraparías suave en el aire
mi caída,
pero bajaste los brazos...
Ya no soy ese caramelo
que envuelves en ese envoltorio tibio
permaneciendo cobijada, amada,
en mi dulzura
que se derrama por tu ventisquero.
Eramos un solo rayo en la medianoche
de nuestras vidas
gruta de unidas soledades
éramos...
una señal, un gesto, un verso,
un solo corazón latiendo.
Pero de pronto,
¡se abrió el aire y ahogó los suspiros!
y lanzó el volcán su lava contaminante
quemando en mi dolor
panal de dicha.
Rastreras voces masculinas,
y otras voces indescifrables,
mares tormentosos, que fueron calmos
retorcidos,
sibilina crueldad
rematan con su enredadera
de flor seca espinosa;
en el tembloroso canto de cisne
la ilusión que cruza el silencio.
Te has quedado solo...¡sin mi!
y la miel deshace en la amargura
lo dulce de su verso
que destila la hiel por mis heridas.
Malu de Lujan
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