¡No te acerques a mi señero páramo!
aún descollan los leños
bajo el cebo impetuoso que espejea.
Desunidas mis manos
no alcanzan a reconstruir
el tiempo cruzado
que impone su grito servil a causa ajenas.
Aisla mi osadía
carnaza sin aliento
sin rumbo ni destino.
No vengas obsequioso
a cumplir mis sueños
de afecto y devoción
dejando señales que ahuyentan
mi soledad.
Me llenas de significados y atenciones
en la memez cotidiana
abundante de simpleza
y carencias cándidas.
No vengas a destacar
en mi viciado horizonte
tu singular notoriedad
lacayo cotidiano de mis voluntades
galán que pone en peligro
la pasión sepulta
campanario de trinos y preámbulos
solo de nota lánguida vibrante
velero sutil en el sacrificio marítimo
de mi mar austral y solitario.
No sacudas las ramas
de mi árbol seco
con el rumor de tus pasos
que ronco el desgarro
de mi savia postergada
fluirá por entre las venas tortuosas
de mi noche austera.
No me des motivos
para esquivar el llanto
que quebranta mi pecho
y se articula en mi garganta.
No merodees en mi gozo
alentando nuevos rumbos
que intranquilizan mi robusta indiferencia.
Ya me propuse...
en la bancarrota moral
en la devastación
que sustrajo los epígrafes mas recónditos
....
no volver a amar.
Malu de Lujan
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