Que no importe el dolor o el sufrir
que nos marchita la sonrisa
que la vida nos reserva la arrogancia
en el sendero tapizado de ilusiones;
de un nuevo y promisorio porvenir.
Que no importe la tristeza
espeso velo de oscura belleza
cual verdugo de oscuro vivir
pues el alma de renovados colores se matiza
conquistando risueños ardores
que nos hacen cual artista
empuñar los pinceles con denuedo
y los dolores combatir.
Que no importen los abrojos, ni pesares,
cicatrices, ni delirios mil,
que ornen el pecho
y el agobio nos abrace
y la frente perlada de sudores
sienta crepúsculos de otoño
sin primaveras, ni candil.
Qué importa!...todo pasa,
el tiempo sus vapores derrama
enardece el espíritu
y cual pasajero a su destino llama
borra estaciones alcanzadas
y vuela...vuela libre y felíz.
Malu de Lujan
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