Poeta, ¿no le temes al mar, que se lleva tu sombra
entre relámpagos?
Los cielos rompen la huella entre lágrimas
tu grito pedestre está oculto
tu paso salino ausente
en la arena silente.
Consuma en la oscuridad
el pétalo gris de tu corazón enlutado
con la rosa distante.
Nada te conforma
ni las piedras cotidianas en tu ayuno
no hay arcoiris en tu amanecer
ni el pacto, ni la ausencia,
que enmarcan el retrato de tu hija amada
en esta lúgubre transparencia.
Poeta, ¿no le temes al mar?
ella está ahí entre la espuma
con su juventud olvidada
en el susurro ondulante
de su nívea silueta
ajena a los ladrillos
de ese muro longitudinal
donde quieres apoyar tu tristeza.
Encuentra su eco
siente la punta de sus dedos erráticos
entre las olas
emergiendo desde las cintas etéreas del mar
que se acercan a tu playa.
Poeta, ¿no le temes al mar?
siente la paz como embarga tu vacío
desde el horizonte
ella está en el celeste
en la serenidad que resplandece
y en esa lágrima que cae lenta...
y es tu consuelo.
Malu de Lujan
No hay comentarios.:
Publicar un comentario