No quiero llorar
en la intemporalidad
que me sostiene
intrincadas emociones
se albergan cual palomas
y dejan caer sus alas
como después de un largo vuelo.
Trinos y arrullos se desprenden
en mi trasnochado amanecer.
Cae el testimonio
de profunda coherencia
de tu boca hermosa
y exhala en mi penumbra
nuevo hálito.
He atesorado en mi memoria
los gerundios...los porqués...los tal vez
y ocuparon mi mente
los no importa...es tarde...
y la vida no vuelve...
El tiempo ha vertido
su extensa misericordia
medrado mi carencia
y a contraluz sé que estás
en plenitud
en tu territorio abstracto
te invito a desperdigarte
en el mío de sueños y silencios
de besos y amapolas
magnolios y rosal
a avecindarte en mi mañana
al distrito de mis azules desvelos
mis girasoles y mi remanso
donde no hay advertencias
ni letreros, ni números
ni intermitencia.
Te invito a beber de mi rocío
a saludar al atardecer, la calma
desde mi horizonte que se abre
para recibir el jazmín oloroso
de tu beso.
Mi otoño deshoja el sinfín de dudas
y preguntas que van hurgando
los puentes por donde pasarás
hasta encontrarnos...
Malu de Lujan
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