¿Dónde quedaron los sueños
óvalos níveos
que fueron aureola en mi vivir?
¿dónde ése aluvión de ideas
motor incansable
de manecillas fervorosas
del reloj cotidiano?
Me sumerjo en la pacificación
de mis sábanas
huyendo del hollín que se desliza
opacando el resplandor
de la mañana inmersa en mi desdicha.
Cada grito se multiplica
cada palabra pisa como estampida
de elefantes ingobernables y furiosos.
Cada momento de ira desatada
trepana mis oídos
recorta mi sombra
y grava su emanación
de militancia discordiante
o ajeno látigo cenagoso.
El aguacero ensucia
implora con su llorosa intermitencia
inmola la transparencia
de cada lágrima injusta.
No hay preludio de descanso
en este sofoco
en que mis brazos caen desanimados
porque la fuerza huye a grandes pasos.
El silencio de la noche es generoso
me permite peregrinar ausente,
insomne, vacía, por entre piélagos lejanos.
Veo solo lunas estáticas
separadas del crepúsculo
donde se extingue mi desconcierto.
No esperé más dolor
como usufructo de mi escasa paz
en la vigencia yacente
de mi mediana tranquilidad
cuando aparecía un éxtasis plausible,
una beatitud de alma afin,
una clemencia esperada,
el andamiage hacia felicidad compartida.
Pero se confundieron las aguas
y la arcilla brotó a la superficie
enturbiando el brebaje
que me deja un sabor terroso.
Nuevamente han tenido la virtud
de herir mis rosales
y me quedo igual...
detrás del horizonte
renegando de mi
sintiendo el sollozo matinal
en una soledad irremisible
en que unas campanadas a lo lejos
me indican que la noche expulsó las estrellas
y la luz vertical va a aparecer.
Parpadeo en medio del llanto
que hace eclosión
y doy paso a la renuncia
que se cierra en mi pecho
como una repentina somnolencia
sin rezo ni reclamo
en esta gruta de piedra
que recubre mi corazón desanimado.
Malu de Lujan
1 comentario:
Gruta de piedra donde la sangre se ha solificado y las lágrimas han formado estalactitas.
Gruta de piedra donde el corazón herido ya no late y agoniza.
Gruta de piedra donde el amor se funde con la muerte.
Un abrazo querida amiga.
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