Ven, a escuchar los trigales
arpa de hierba que mece
en su vaiven
las historias del mundo.
El viento suave
sustenta ese baile
y desenvuelve con gracia
ese letargo amable.
Ven, a sentir
la caricia apacible
y aletargante del aire
que lleva en su perfume
mensaje de los angeles.
Ven, el sol ofrece
su oriflama a la tarde
y en mi jardìn no cae la nieve
no hay tristezas ni desaires.
Ven, alborada y enclave de la vida
nos espera para seguir viendonos
mientras nuestras manos se juntan
y los cuerpos se abracen.
Ven, a esuchar el rumor de pajaros
o del mar y su incansable oleaje
se abriran las rosas
y el jazmin regalara su aroma
para sellar nuestro pacto de amor
cuando descienda la tarde.
Malu de Lujan
1 comentario:
Es posible, que al final, los labios sean quienes sellen ese pacto de amor, al amparo de la tarde.
Un abrazo querida amiga.
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