Quedate en mi orilla
disfrutando mi aromatico jardin.
La rosa abierta despide su perfume
y el efluvio de la llovizna
-refrescante brebaje-
deja caer sobre las hojas
la caricia de su rocio.
Quedate a sentir
la opulencia de los dias
sin afrenta ni disturbio,
como las horas fecundas
nos entregan el poder
de su sabiduria.
Entra en la orbita que me habita
donde nada es usual
ni clasificado
sin orlas que impidan ver
lo magnifico, ni mandatos
que estructuren lo comun.
Quedate, en mi camino sin estirpe
en la simpleza de mi causa
en la plegaria de mi ausencia de todo
en la armonia cosmica
sin atavios ni apegos,
sin la concava ambicion que acapara
ni la esponjosa vanidad
que desafia,
con la temeridad de defender la vida
y el orgullo de preservar el amor,
te otorgaria...
compartir mi destierro.
Malu de Lujan
1 comentario:
Y sin ostentación, seguro que sería un destierro hermoso.
Un abrazo querida amiga.
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