No me quedan fuerzas
para el juego cotidiano
cuando el miedo aprisiona la razon
desde el vertice mas apartado.
Se cierra el amor
que habia desplegado su abanico
entre el sol y la luna
amarrando mi confianza
a su encanto.
No mires a mis ojos
que estan bordeando el limite
y furiosos no quieren ver
el surco de la herida
que crece y se desborda.
Tome la desicion implacable
de apartar la marea que me arrolla
y envuelve
de tu amor errante
incontenible.
Mi dolor ya no es el tuyo
nunca lo fue
por eso la lejania
de crueles montañas de roca
me abren el pecho arenoso
donde tu voz sera eco
que cruce el silencio.
Malu de Lujan
1 comentario:
Hay dolor de la protagonista de tus versos en ese poema.
Un abrazo en la noche querida amiga.
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