sábado, 28 de septiembre de 2013

Apotegma de la vida

 
 
Lejos, de esas voces fantasmales
que mantuvieron contenido mi oleaje
la vida nuevo ofrecimiento me hace.
Confuso momento
de un entreverado acontecer
es un difuso bulto en mi memoria,
por donde asciende
el presagio transparente
que subleva mi sedicion
articulando en el reclamo inevitable
 nueva voz que esparce y pregona
desde ese abismo
rumores que extienden
la doctrina alegorica
que se acerca desde su debilidad
hacia la fortaleza.
Soy ama de mi sentir
atributo inmejorado
y aunque el tiempo fuera de margen
y calendario
-que administro mi soledad-
ha sido necesario.
Asi como a veces nos destruyen
en la superficie
y caemos al abismo
tambien ahì en escalada inversa,
monotona, mesurada, abominable,
nos ampara y alberga
la fuerza modesta
y luego exaltada, linaje de alma
que nos ayuda a emerger.
En la prosapia diligente
en el extravio,
expulsamos los demonios,
que se defienden amancebados.
No hay auxilio externo en el proceso
y renegamos desde la sangre
que recorre las arterias
en un viaje toxico desafortunado.
Enfermamos, indignamos,
hasta que el realce se desborda,
sin fruto ni beneficio,
como una clara protesta sin limites.
Nos volvemos pequeños,
temerosos, como niños desamparados,
sin refugio, acunando nuestras inseguridades
en esa convexidad,
vientre abismal que nos quita la fuerza
y alimenta nuestra rendicion.
Nuevos sueños acaecen
hasta que con los pies en el fondo
los angeles guardianes nos abrazan
en ese vuelo migratorio
hacia la recuperacion.
Pero es necesario,
es casi el apotegma de la vida
una leccion en duro y prolongado aprendizaje
como una precaucion temporal
que se nos ofrece,
una pausa a una provocacion.
 
 
Malu de Lujan
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

Rafael dijo...

Apotegma interesante el que describes en tus versos.
Un abrazo.