alguien se llevó mis sueños
cegó mi huerto
y robó mi corazón, sin aviso.
En esa fiesta breve
tuve un enorme pastel colorido
de mil sabores
y capas y texturas
adornos y diseño.
Pero de pronto dejó de tener sabor
me enfrenté al desaborido
gusto del plato vacío.
La porción inerme de asco
el pegajoso deseo enajenado
la evidencia lánguida
adherida a la piel.
El meloso susurro
se volvió patrocinio de tristeza,
gradualmente el entusiasmo
trasladó nubes
que cayeron por mis ojos...
Malu de Lujan