Dónde estaban

Has empañado mi corazón en esta noche magnífica.

Desde el centro de nuestra historia

aparece una imagen que acerca un roce leve

que erosiona nuestra soledad.

Tartamudea la luz entre las sombras y escucho una voz

que hace vibrar la lámpara, trae música lejana

y enardece un comienzo de nuevas melodías.

¿Dónde estaban las manos que moldearan el incontenible

murmullo del agua?

¿dónde la llave que abriera el dulce frescor de la noche?

¿dónde la palabra que cambie el destino que avanza?

Todo estalla mientras mi cabeza da vueltas.

El corazón a veces de sufrir se cansa y borra los mapas

no hay compás que seguir, ni ritmo de danza,

se enturbia el sonido y el ruido se enmascara.

Se va dibujando en el aire con breve gozo

cariñosa compañía, en un alentador silencio compartido

y voces escuchadas.

Heme libre y entusiasta en medio de mi noche sombría

donde el llanto acude fugaz o persistente.

Mi canto ha sido desesperado es cierto...

el corazón no pregunta para amar...o sufrir...solo se derrama,

y a veces la paz es dulce fruto prohibido y la miel sabe amarga,

pero sostengo que el enojo no es fecundo, y aunque haya

en mi corazón disgusto...me abro a ese fuego latente de la vida.

No confundamos amistad que aminora la soledad del alma

con amor que pálido aparece y lame la diestra que lo ultraja.

Hoy, venciste débil destello que habría opacado

el tormento de una vida y encendido la marcha a la victoria

de un batallón en el sahara...contra arena y añoranza.

Hoy me queda en el alma el sabor de la derrota

de un amor que precipita en la distancia un final

donde la chispa fue inicio que fue voz y palabras endulzadas

que no alcanzan a vencer con su lujuria

esa montaña de deseos que me agobia y rebasa.

Malu de Lujan